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La magia dentro de la tragedia

  • Foto del escritor: luisaferss
    luisaferss
  • 11 ago
  • 5 Min. de lectura

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Cuando yo tenía 13 años me dio hepatitis, fue muy trágico para mí porque me descubrieron la hepatitis un jueves y el viernes anterior acababa de hacerme novia de mi primer novio. Yo estaba emocionadísima y solo esperaba que llegara el fin de semana para poderlo ver otra vez, él iba en el TEC y yo todavía seguía en la secundaria. Era inicios de tercero de secundaria.


Bueno, pues al principio fue horrible. Yo decía: “¿Por qué a mí? ¿por qué?” "A nadie le pasan estas cosas". Siempre quise tener una vida de serie y, de verdad, sí la manifesté. Porque que me diera hepatitis a la semana de tener mi primer novio, sin duda, era un gran plot twist en mi corta vida de serie adolescente.


El hermano de mi mamá era doctor y llegó a mi casa a decirme la noticia de que tenía hepatitis, que no podía bajar las escaleras y que no iba a poder salir de mi casa hasta dentro de un mes, que me iban a tener que sacar sangre dos veces cada semana. Yo me enojé muchísimo con mi tío, grité y pataleé. Me dolía más por lo de mi noviecito. Yo decía: “Ya, me va a dejar, se va a enojar…”, no sé, en mi mente adolescente era una catastrofe y un castigo de la vida. Hang in there, ahorita llegaré al punto se los juro.


En México (no sé si es en todo el mundo), cuando tienes hepatitis dicen que tienes que comer muchos dulces. Yo la verdad nunca he sido muy dulcera de caramelos, pero si algo amo es la miel. Yo amaba que todos los días me despertaba y tenía mi mesita con mi pan francés con miel de maple y un licuado de plátano con avena y miel de abeja. ¡Glorioso!


Era la época de Facebook. Durante la primaria mis papás me limitaban muchísimo el internet, entonces me volví una experta en Paint. Y para cuando era la era de Facebook, yo me volví una experta en graffiti ¿se acuerdan de esa app? Les juro que yo hacía unas obras de arte en las walls de mis amigos. Amé tener esas semanas de enfermedad para afinar mi habilidad.


Con mi nuevo noviecito nos poníamos de acuerdo en ver películas. Yo le pedía a mi papá que fuera a rentarme “x” película y mi novio vivía enfrente de un Blockbuster. Entonces decíamos: “Una, dos, tres” y nos poníamos a ver la película al mismo tiempo. Era bastante tierno, la verdad. Veíamos películas por teléfono horas.


Así estuve tres semanas. Era muy cool también porque mis amigos llegaban a mi casa y literalmente yo solo los podía ver desde la ventana del segundo piso. Me llevaban cajas de dulces y cartitas. ICONIC.


Todos estos días yo rezaba por curarme a las tres semanas. A las cuatro semanas ya sería aprox. 15 de noviembre, y mi cumpleaños era el 11… yo no podía pasar mis sweet 14 encerrada. Bueno, pues OBVS Diosito me hizo el favor y me recuperé antes. Me sacaron sangre y, a las tres semanas, ya no tenía nada. ¡Yay!


Así que le caí de sorpresa a mi noviecito en el TEC. Le tapé los ojos y… el típico: “¿Adivina quién soy?”. Fue súper bonito porque nos quedamos platicando un rato en las banquitas del TEC, y ese día nos dimos nuestro primer beso. ME MUERO. Y mi mamá esperándome en el carro, jajajaja, en el estacionamiento de una escuela en la que ni iba. AMO jajaja.


Entonces, al final, esa enfermedad tuvo un final feliz: el final de serie como yo lo habría querido, first kiss y todo.


Hace unos días vi a un astrólogo, random a pesar de amar la astrología nunca me habían hecho una lectura tan extensa de mi carta astral. Pues el astrólogo me dijo: “Oye, estoy viendo en tu carta que a los 13 años te enfermaste”. Y yo: “Wow, pues sí, me dio hepatitis y fue de las enfermedades más importantes de mi vida, de las más graves que he tenido”. Platicamos leve de eso y ya luego fuimos a lo que me importa, CUANDO ME VOY A CASAR lol jajaja.


Pero bueno hoy, mientras estaba en el gimnasio, me puse a pensar: si la hepatitis estaba en mi carta astral, era porque yo tenía que aprender algo IMPORTANTE de eso. ¿Qué me enseñó la hepatitis a esa corta edad? Y me puse a reflexionar, LA HEPATITIS marcó muchísimo de quién soy hoy.


Justo ahí desarrollé una de las habilidades que más me representan, ver siempre lo bueno y mágico dentro de "lo malo". Porque sí estaba enferma, sí me dolía el hígado, sí estaba débil pero lo que más recuerdo es, literal, el pan francés, la soledad bonita en mi casa, la diversión en la computadora, las muestras de amor de mis amigos, las citas románticas por teléfono. Y al final, nada malo pasó, de hecho la vida me sorprendió con un mejor guión del que yo estaba esperando.


Ahora veo claramente todos los aprendizajes:


  1. Fluí, saqué lo mejor dentro de la "tragedia" y Diosito me escuchó y me recuperé antes. ¿Será que desde ahí supe que si lo pedía muy fuerte y disfrutando lo que si había el cielo me cumpliría mis caprichos?

  2. Las historias de amor tienen más magia dentro de lo inesperado, si tu te dejas, la vida le pone de su cosecha para que sea más "romántico" o de "película"

  3. Gracias a la hepatitis ya no le tengo miedo a las agujas ni a las enfermedades, que me saquen sangre es algo tranquilo para mi y enfermarme en mi cabeza siempre significa "películas y pan francés" YAY.

  4. Nada de lo malo que imaginé pasó, ni me dejó mi noviecito, ni celebré mis 14 encerrada en mi casa, literal NADA malo pasó. Puros dulces y descanso, ¿un blessing in disguise?

  5. Todo está en la perspectiva. Yo pude haberme quedado enojada con la vida, hacer mil berrinches, pelear para no ir a las agujas… o sea, de que tuve oportunidad de haber hecho de esas tres semanas un infierno adolescente para mis papás y para mí, pude. Pero solo fluí y saqué lo mejor. ¿Por qué o cómo le hice? Creo que mi inocencia, a esa edad, me ayudó a fluir y a celebrar lo chiquito.


Esa “tragedia” a corta edad dejó un gran precedente en mi vida: sin querer, todos los días, cada momento estresante, de tragedia o negativo, yo luego, luego le puedo encontrar o ver el lado bueno. Ahora veo como algo muy mágico que la hepatitis viniera en mi carta astral, porque sin duda cambió mi vida… pero no diría solo que para bien, sino para mágico.


A lo que voy con toda esta historia, es que tal vez hay cosas que desde chiquitos nos marcaron, que las vemos con el ojo "normal " como algo negativo y, en realidad, fueron un gran, gran regalo para desarrollar alguna o varias habilidades. Así que los invito a preguntarse: ¿Qué han aprendido de la tragedia? ¿Qué magia pueden encontrar escondida dentro de lo que, a simple vista, puede parecer "un castigo" o un "solo a mi me pasan estas cosas"?


LF



 
 
 

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