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  • Luisa Ferss

#TheFoodieModel: Cristal Room Baccarat París


Para esta reseña primero les daré una pequeño dato sobre mí, soy muy muy fan de la serie “Gossip Girl” y me encanta vivir la vida como si fuera Blair Waldorf. Cada oportunidad de experimentar como ella la tomo y es por eso que mi novio quiso llevarme a “The Cristal Room Baccarat”, uno de los top 5 restaurantes de París y dónde el príncipe Louis llevó a Blair en su primera cita.

Suena súper cursi, pero disfruté muchísimo tener la experiencia de sentirme cuál Maria Antonieta en Versalles comiendo en este lugar, que además, está dentro de un museo que exhibe colecciones de objetos hechos de cristal baccarat.

Desde que llegué me sentí muy importante, siendo un lugar muy exclusivo no habían tantas personas y todas las que estaban se veían guapas, importantes y elegantes. El servicio nos recibió como si mi novio y yo fuéramos una pareja de celebridades, desde ahí ya no me importaba si la comida no estaba tan buena. Toda la experiencia desde entrar al museo, subir unas escaleras como de palacio y ver todos los candelabros, tapices y muebles perfectamente elegidos por Philippe Stark (un diseñador francés de clase mundial), eran suficientes para la mejor salida a comer ever.

De entrada yo pedí Poivrade de alcachofas cocinadas en vino blanco, el poivrade es una salsa casi puré buenísima hecha a base de alcachofas con un toque de pimiento, encima de ella venían pedazos de coppa que es un jamón estilo serrano pero italiano, champiñones crudos y avellanas. Desde que probé este starter supe lo que era una probar comida de un chef con estrellas Michelin; les cuento que Guy Martin es el creador de este exquisito menú. Él, es un chef francés que además de tener un programa de cocina, posee 3 estrellas Michelin y ha ganado títulos como “Mejor Chef Europeo”, “Mejor Chef de comida francesa”, o sea que yo estaba vo-la-da.

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Julio pidió de entrada espárragos blancos con una cubierta de queso parmesano, ajo y pesto, estaban súper frescos y jugosos, de verdad no podía creer los grandes sabores y sensaciones que podrían crear platillos tan pequeños. Me sentía como Remy cuando prueba sus creaciones enRatatoullie, ¡fuegos artificiales y todo!

De plato principal yo pedí lomo de conejo horneado con pure de coliflor y jugo de curry. Estaba ¡bu-e-ní-si-mo!. La carne estaba súper suavecita y venía rellena del puré de coliflor, el jugo de curry le daba un toquecito agridulce perfecto. Julio pidió pescado a la plancha con salsa de tomillo y limón, este venia acompañado de espinacas de Nueva Zelanda y puerros estofados. Al principio Julio no quería probar los puerros por que no sabía que eran, pero estaban muy buenos, el sabor era algo así como aceituna primero y al final pepinillo. El pescado a la plancha con una simple mordida te podía transportar a tu playa favorita. Todo estaba con todo el significado de la palabra: “exquisito”.

De postre yo pedí un eclair de almendra garapiñada y fruta de la pasión, literalmente sabía a Kinder Bueno con maracuyá. Les tengo que aceptar que para mí, el kinder bueno es de las mejores cosas que existen en el mundo, por lo que este postre fue toda una nueva y perfecta experiencia, súper exótica pero deliciosa. Fue algo que jamás imaginé que probaría y menos imaginé que sería un sabor taaaaaan bueno. Julio pidió café y con éste le trajeron mini postrecitos franceses como los choux a la créme de los que ya les hablé, malvaviscos y panqué de nuez, la culminación ideal para tan bonita tarde.

En fin, Baccarat fué una súper súper experiencia la cuál estoy súper agradecida de haber tenido, sin duda es un lugar perfecto para sorprender a alguien con una comida o una cena, al menos yo si lo estuve, cada minuto. Desde cada platillo, hasta la vajilla de cristal baccarat y el museo afuera del restaurante son un encanto parisino que si tienes la oportunidad de visitar ¡no puedes dejarla pasar!

LF

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